El campanario de la plaza de San Marcos, en Venecia, es uno de los iconos más importantes de la ciudad, y visita obligada para cualquier turista. Sus casi 100 metros de altura, su cuerpo de geometría simple y su construcción a base de ladrillos son sus principales características, las cuales han sido copiadas en diversas ciudades del mundo, como por ejemplo en Barcelona.
Pero hay una cosa que no mucha gente sabe, y es que la torre no es la original, sino que fue reconstruida a principios del siglo XX por el arquitecto Luca Beltrami.
Corría el año 1902, cuando un paseante se dió cuenta de una grieta que cruzaba verticalmente toda la torre. Intentó avisar a las autoridades, diciendo que cada vez esa grieta era más y más grande, pero no le hicieron caso.
La mañana del 14 de Julio se derrumbó, sin causar bajas humanas, pero afectó a toda la población veneciana. Esa misma tarde el consejo comunal decidió hacer un concurso para ver qué se podría hacer. Arquitectos de la época, inspirados en las corrientes actuales de la época, como Otto Wagner o Collamarini, mostraron sus proyectos.
La indecisión de si la torre debía ser reconstruida en un lugar diferente, con materiales diferentes o con forma diferente fue rápidamente solucionada cuando llegó el pueblo con su lema Com’era e Dov’era (como estaba y donde estaba). El arquitecto asignado fue Luca Beltrami.
Tras un estudio, observó que la torre se desmoronó por su propio peso. La solución que eligió fue reforzar tanto el núcleo de escaleras como el soporte donde se apoyaba toda la torre.
Por tanto, el campanario actual tiene la misma forma que tenía en 1512 (sin contar los 10 años de obra), pero ha sido reconstruida.
Actualización: Se han mejorado la calidad de las imagenes, es lo que tiene ser el post-conejillo de indias 🙂